jueves, 24 de enero de 2013

La torre


La lluvia cae sobre la espalda de las ratas,
hasta el sabor de la sangre hoy me amarga.
¡Rayo de tormenta! luz efímera embarga
los rincones de una noche abandonada.

Salvación, goteando en la cima de un puñal,
hasta el dolor de alma hoy parece divertido.
Tu aliento y tus deseos, reos en mi oído,
quieren huir, desaparecer, alejarse, volar.

Mi hogar es mi castillo, la torre, mi prisión,
hasta la sal de las lágrimas hoy me endulza,
hasta la carne de ángel encuentro insulsa.
Mi hogar está en tus manos, y en todo lo lejano.

El puñal del príncipe se llama realidad,
hasta el frío del acero se me hace tibio.
¡Corazón quebrado! mas eso no trae alivio,
pues aún aspiro a tenerte con cada mitad.

La lluvia cae, y sigue cayendo y callándome,
caigo en ti, callándote como siempre quise.
Tu aroma yace ante palabras que hoy escribes,
con pluma y tintero del diablo, atrapándome.

Perdición, goteando en la cima de una torre,
hasta el dolor de vida hoy parece merecido.
El bien y el mal se besan, la lluvia se ha ido,
si sale el sol, bésame en cualquier momento...

...de cualquier manera,
en cualquier dónde.


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